Apple ha decidido pagar una compensación de 500 millones a repartir entre los dueños de iPhone, cuyo terminal se ha ralentizado tras alguna de las actualizaciones del sistema operativo iOS.
Desde 2017, nada más y nada menos, que lleva en marcha la demanda colectiva que los usuarios de Apple interpusieron ante los tribunales, al asegurar que las actualizaciones de su sistema operativo había ralentizado sus terminales. Es ahora, tres años después, cuando Apple ha accedido a compensar con 500 millones de dólares a estos usuarios. Una forma, en opinión de muchos, de que Apple evite dar demasiadas explicaciones al respecto, algo que sin duda sucedería, de iniciarse un proceso judicial en los tribunales.
El acuerdo de indemnización fijado de momento, en un acuerdo preliminar, contempla una compensación a cada uno de los propietarios de los iPhones afectados de 25 dólares. Este acuerdo permitiría recibir esta cantidad, a cualquier persona que tenga un iPhone SE, un iPhone 6 y 6s, un iPhone 7 y 7s que tengan la versión de iOS 10.2.1 o siguientes y los iPhone 7 o Plus que tuvieran la versión 11.2 anterior al 21 de diciembre de 2017.
En su día Apple manifestó, que esta ralentización afectaba tan solo a los modelos más antiguos, y que se hacía para que no sufrieran un mal funcionamiento.
A través de su aplicación, los responsables de Geekbench, una de las herramientas más usadas a la hora de analizar el rendimiento de los móviles, demostraron que esto no era así. Que este menor rendimiento se debía a la introducción de un nuevo código en iOs que afectaba a los móviles más antiguos cuando su batería estaba por debajo del 90%.
Apple trató de capear el temporal ofreciendo un reemplazo de batería a un precio inferior al normal. Finalmente y para zanjar el tema de forma definitiva, Apple ha decidido aflojar el bolsillo y contentar a los clientes insatisfechos a golpe de talonario.
